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Aunque el fin de semana es el momento perfecto para ponerse de punta en blanco, teniendo un bebe de tres meses es algo complicado, ya que siempre acabo manchada por un lado u otro!
Por lo que, para ir a cenar este fin de semana, escogí un look cómodo y sencillo, sin demasiada complicación, pero efectivo. Además, a mí que me encanta ir con tacones, en esta ocasión los sustituí por unas alpargatas bien confortables!
Desde que tengo a Pol me da mucho miedo caerme con él en brazos, y como nunca sabes en que momento te reclamará, suelo ir plana y evitar los tacones en según que ocasiones.
Además, no sé si también os pasa a las que tenéis hijos, pero yo es oír llorar a mi hijo y me tiro a cogerlo. Cosa que creo que durante los primeros meses no es tan malo como he oído decir, porque si lloran de tan pequeños no es por un berrinche sin importancia, si no porque realmente les pasa algo. Es la única manera que tienen de comunicarse, ya sea porque tienen hambre, sueňo o les duele la barriga.
Así que esta vez me animé y me puse unas alpargatas increíblemente cómodas y con un diseño muy original. Son de una tienda de Ibiza que las hacen a mano, cada par es único. Son un rollo boho chic que se ha llevado tanto este verano.
Como las temperaturas han empezado a bajar, las he combinado con un jersey finito y ancho de color rosa palo. Que para los primeros meses después de dar a luz es ideal. Debajo llevaba una camiseta básica de color blanco y me decidí por una falda de tubo de color azul grisáceo.
Jersey - Massimo Dutti Camiseta básica - eseoese Falda tubo - eseoese Bolso - Macys Alpargatas- Emonk Ibiza