top of page

SÍGUEME:

No hay tags aún.

BÚSQUEDA POR TAGS: 

POSTS RECIENTES: 

  • Pinterest Social Icon
  • Instagram Clean Grey

Instinto maternal, ¿es innato en toda mujer?

Empezaré el blog hablando de este tema ya que hace tan sólo 3 meses di a luz a una personita increíble y que ahora ocupa prácticamente todo mi tiempo.


¿Hace falta tener instinto maternal para tener un hijo? Según mi experiencia NO! Yo no tenía cuando me quedé embarazada y la verdad era algo que me preocupaba y me daba en que pensar…¿y si no quiero a mi hijo? ¿y si soy una mala madre? ¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien? ¿sabré priorizar? ¿será mi marido un buen padre para mi hijo? Entre muchas preguntas más.


Durante el embarazo iban transcurriendo los meses y esta sensación fue a más, hasta que nació Pol y lo supe. Todas las dudas que tenía se evaporaron. Había nacido para ser madre. Solo verlo me invadió una sensación extraña que no sabía exactamente lo que era en ese momento, pero fueron pasando las horas, los días...y el sentimiento se fue asentando y entendí lo que era: amor de madre. Nunca había sido tan feliz. Era una mezcla entre cariño, instinto de protección y miedo a lo desconocido, una mezcla extraña y por eso me costó entender lo que me estaba pasando.


Hasta pasadas unas semanas no fui consciente del giro que había tomado mi vida, y mira que tuve nueve meses para mentalizarme!! Es tan grande lo que ha sucedido que tu mente tarda en reaccionar y en interiorizarlo.


Por mucho que intentas imaginarte el futuro una vez has dado a luz, nunca va a ser equiparable con la realidad. Dicen que la realidad siempre se intensifica y es o mucho mejor o mucho peor a lo que uno se imagina o ve en las películas o lee en los libros. Pues bien, en mi caso fue increíblemente mejor a lo que jamás llegué a imaginar. Y ahora ya no puedo vivir sin él, ya no me caben más fotos ni videos en el móvil, quiero capturar todos sus gestos, miradas, sonrisas, no me quiero perder nada de lo que hace ya que evolucionamos tan rápido que cada día es mágico.


Por muy duro que sea, las noches en vela, oír a tu hijo llorar sin saber porque, sufres, te preocupas, te desesperas, pero vale la pena de tal manera que ya nunca querrás volver atrás.


Esta soy yo embarazada de 30 y 38 semanas respectivamente:



bottom of page